Perder a un ser querido es uno de los momentos más difíciles en la vida de cualquier persona. A la tristeza y al desconcierto se suman una serie de decisiones y trámites que deben gestionarse en poco tiempo. Así pues, te será especialmente útil contar con una guía clara con los pasos a seguir.
Primeras gestiones inmediatas
Lo primero que se debe hacer tras un fallecimiento es confirmar la defunción a través de un médico. Si ocurre en un hospital o residencia, el propio centro se encarga de certificarla. En caso de que suceda en el domicilio, hay que contactar con los servicios de urgencias o el médico de cabecera.
El profesional emitirá el certificado médico de defunción, documento imprescindible para iniciar cualquier trámite posterior. Sin este certificado no es posible, por ejemplo, inscribir la defunción en el Registro Civil.
De manera resumida, los primeros pasos son:
Contactar con un médico que certifique la defunción.
Obtener el certificado médico de defunción.
Avisar a la familia más cercana.
Contactar con una funeraria de confianza.
Comunicación con familiares y organización interna
El penúltimo punto que hemos traído a colación es lo suficientemente importante como para dedicarle un apartado específico. Y es que tras el fallecimiento, uno de los aspectos más delicados es comunicar la noticia a familiares y allegados.
No existe una manera única de hacerlo, pero se recomienda transmitir la información de forma clara y serena, evitando rumores o confusiones que puedan aumentar el dolor en un momento tan sensible. A menudo, es útil designar a una persona de confianza dentro de la familia para coordinar estas comunicaciones, lo que facilita que todos reciban la misma información y permite al resto centrarse en el duelo personal.
Además, es importante organizarse internamente como familia. Decidir quién se encargará de los trámites legales, quién gestionará el contacto con la funeraria o quién atenderá a los visitantes en el tanatorio ayuda a repartir responsabilidades y evita que la carga recaiga sobre una sola persona. Esta organización también da la oportunidad de que cada miembro aporte su apoyo en aquello que mejor pueda ofrecer, fortaleciendo el sentido de unidad en un momento de dolor compartido.
Elección del tanatorio y servicios funerarios

Una vez obtenida la certificación, llega el momento de organizar la despedida. La elección del tanatorio es una de las decisiones más importantes. En muchos casos, la propia familia ya tiene previsto el lugar, bien por cercanía geográfica o por tradición.
En el tanatorio se pueden realizar tanto el velatorio como la ceremonia de despedida. Conviene tener en cuenta aspectos como:
Ubicación y accesibilidad del centro.
Instalaciones disponibles (salas de velatorio, capillas, espacios para ceremonias laicas).
Servicios complementarios como catering, música o apoyo al duelo.
Si no lo tienes claro, infórmate sobre cómo elegir un tanatorio adecuado en tu ciudad.
Trámites legales esenciales
La inscripción de la defunción en el Registro Civil es obligatoria y debe hacerse en un plazo de 24 horas desde el fallecimiento. Este trámite da lugar a la expedición de la licencia de enterramiento o incineración, necesaria para proceder con el sepelio.
Entre los trámites legales tras un fallecimiento en España se encuentran los siguientes:
Solicitar el certificado literal de defunción.
Informar a la Seguridad Social si el fallecido era pensionista o cotizante.
Gestionar posibles prestaciones por viudedad, orfandad o auxilio por defunción.
Iniciar los trámites relacionados con herencias, testamentos y seguros de decesos.
Opciones de despedida: entierro o cremación
En España, la familia puede elegir entre entierro o cremación, según las preferencias del fallecido o la tradición familiar. Ambos procesos requieren la licencia de enterramiento y deben realizarse en un plazo máximo de 48 horas, salvo excepciones autorizadas.
El entierro suele realizarse en el cementerio municipal o parroquial, mientras que la cremación se lleva a cabo en instalaciones específicas. Cada opción tiene particularidades en cuanto a costes, trámites y rituales.
Apoyo emocional a la familia
Más allá de las gestiones administrativas y organizativas, es importante recordar que la familia atraviesa un proceso de duelo. Contar con el apoyo de amigos, allegados o profesionales especializados puede marcar una gran diferencia en estos momentos.
Existen asociaciones de apoyo al duelo, servicios de psicología en algunos tanatorios y recursos comunitarios que pueden acompañar a la familia en el proceso de adaptación tras la pérdida.
Conclusión
El fallecimiento de un ser querido en España requiere actuar con rapidez en algunos aspectos, como la certificación médica y los trámites legales, al mismo tiempo que se busca la forma más adecuada de despedirse. Aunque es un proceso complejo, existen servicios y recursos pensados para ayudar a las familias en cada paso.
Autor:
Staff
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